TENDENCIAS CIENTÍFICAS: ¿Nos quitarán el trabajo los robots?

A medida que los robots inteligentes empiezan a convertirse en algo habitual, es inevitable preguntarse cuántos puestos de trabajo desaparecerán. Otra cuestión, aún más preocupante a nivel personal, es si nuestro trabajo será víctima de la automatización robótica y la inteligencia artificial (IA). En un informe de 2022 elaborado por la empresa de investigación y asesoramiento Forrester, se afirma que más de una tercera parte de todos los puestos de trabajo europeos podrían estar en peligro debido a la automatización.

¿Qué trabajos están a salvo y cuáles no? Para dar una respuesta, especialistas en robótica de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y economistas de la Universidad de Lausana han desarrollado un innovador método de cálculo que se ha presentado en la revista «Science Robotics».«Existen varios estudios que predicen cuántos trabajos serán automatizados por los robots, pero todos se centran en los robots de “software”, como el reconocimiento de voz e imágenes, los asesores financieros robotizados, los chatbots, etc. —explica uno de los autores, el profesor Dario Floreano, director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la EPFL, en una nota de prensa—. Además, esas predicciones varían enormemente en función de cómo se evalúen los requisitos del puesto y las capacidades del “software”. En este caso, no solo tenemos en cuenta los programas de IA, sino también los robots inteligentes reales que realizan trabajos físicos, y desarrollamos un método para comparar sistemáticamente las capacidades humanas y robóticas utilizadas en cientos de puestos de trabajo».

El equipo creó una herramienta llamada «índice de riesgo de automatización» (ARI, por sus siglas en inglés) que predice el riesgo que corren 967 puestos de trabajo debido a la automatización y la IA. Este algoritmo analiza cuántos requisitos de la descripción de un puesto de trabajo puede realizar un robot en comparación con un humano. A continuación, el ARI clasifica la importancia de estas capacidades y evalúa el grado de preparación de los robots y la tecnología para satisfacer estos requisitos en la actualidad. En función de los resultados, determina la probabilidad de que un puesto de trabajo sea automatizado. Un ARI de 0 significa que los robots no pueden sustituir ninguna de las capacidades humanas y un ARI de 1 indica que los robots pueden sustituirlas todas.

Si usted se encuentra entre nuestros lectores, lo más probable es que las noticias sean buenas. Mientras que los físicos (0,43) son los que están más a salvo de la automatización, los trabajadores de mataderos y envasadores de carne (0,78) ocupan el último lugar. En general, los puestos de trabajo relacionados con la preparación de alimentos, los servicios, la edificación y el mantenimiento, y la construcción tienen un riesgo relativamente mayor de ser sustituidos por robots impulsados por la IA en comparación con las profesiones relativas a la educación o la atención sanitaria.Como parte de la investigación, el equipo desarrolló un índice de resiliencia que contiene las clasificaciones, en el que se puede buscar un puesto de trabajo para averiguar su riesgo de automatización. ¿Le preocupa que el riesgo sea demasiado alto? En el índice, también encontrará tres alternativas para cambiar de profesión que requieren poco reciclaje. Tomemos como ejemplo a los trabajadores de mataderos y envasadores de carne. El puesto alternativo más resiliente —el trabajo al que cambiar con menos esfuerzo— es el de operador de máquinas textiles.

«El reto principal de la sociedad actual es cómo ser resiliente a la automatización —comenta otro de los autores, el profesor Rafael Lalive, de la Universidad de Lausana—. Nuestro trabajo ofrece un asesoramiento profesional detallado a los trabajadores que se enfrentan a un alto riesgo de automatización, lo que les permite ocupar puestos de trabajo más seguros al tiempo que reutilizan muchas de las competencias adquiridas en sus antiguos empleos. Con este asesoramiento, los gobiernos pueden ayudar a la sociedad a ser más resilientes a la automatización».