TENDENCIAS CIENTÍFICAS: Según la ciencia, hay que dar retroalimentación

No damos retroalimentación constructiva porque en todo momento subestimamos el deseo que tienen otras personas de recibirla.

¿No le hubiese gustado que alguien le dijera que tenía comida entre los dientes cuando estaba dando una presentación? Muchos de nosotros evitamos hacer comentarios constructivos sobre la apariencia o la personalidad. Es obvio que evitar este tipo de retroalimentación está relacionado con quién es la otra persona. Probablemente también tenga que ver con nuestra personalidad.

Los demás sí que quieren recibir retroalimentación constructiva, así que no dude en darla, como indica la investigación publicada en la revista «Journal of Personality and Social Psychology». Nos abstenemos de dar retroalimentación, incluso cuando sabemos que es clave para el aprendizaje y el crecimiento, y cuando nosotros mismos la deseamos. En un estudio piloto realizado por los investigadores, solo el 2,6 % de los participantes le hablaron al evaluador de la comida o las marcas de pintalabios que tenía en la cara que tenía en la cara durante la encuesta.«La mayoría de las personas tienen la oportunidad de brindar a otros retroalimentación constructiva que podría ser útil de inmediato, ya sea para informar a alguien sobre un error tipográfico en su presentación antes de realizarla delante de un cliente o avisar a un candidato de que tiene la camisa manchada antes de una entrevista», comentó Nicole Abi-Esber, autora principal y estudiante de doctorado en la Escuela de Negocios de Harvard, en una nota de prensa de la Asociación Estadounidense de Psicología. «En general, los resultados de nuestra investigación revelan que las personas subestiman constantemente el deseo de recibir retroalimentación de los demás, lo que puede resultar perjudicial para los posibles destinatarios de la retroalimentación».

Y agregó: «Incluso si duda en dar su punto de vista, le recomendamos que lo haga. Tómese un segundo, imagine que está en el lugar de la otra persona y pregúntese si querría recibir retroalimentación si fuese ella. Lo más probable es que sí, y comprender esto puede ayudarle a obtener la autoridad necesaria para darle retroalimentación».El equipo de investigación realizó 5 experimentos con 1 984 participantes para determinar cuánto subestiman las personas el deseo de recibir retroalimentación constructiva de los demás. Los hallazgos mostraron que las personas en condiciones de proporcionar retroalimentación de manera sistemática subestimaron el deseo de recibirla de los posibles beneficiarios. Con una retroalimentación más importante, era más probable que las personas subestimaran el deseo de retroalimentación del otro y menos probable que la ofrecieran.

«La retroalimentación es clave para el crecimiento y la mejora personal, y puede solucionar problemas que de otro modo serían costosos para el destinatario», explicó la doctora Francesca Gino, coautora y también de la Escuela de Negocios de Harvard. «La próxima vez que escuche a alguien pronunciar mal una palabra, vea una mancha en su camisa o note un error tipográfico en su diapositiva, le instamos a que se lo señale, probablemente quiera la retroalimentación más de lo que usted piensa».


fecha de la última modificación: 2022-04-11 17:15:01
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