TENDENCIAS CIENTÍFICAS: ¿Dónde está la caja de herramientas? Utilizar martillos, destornilladores y llaves inglesas mejora las habilidades lingüísticas

Según un nuevo estudio, el uso de herramientas mecánicas y las habilidades lingüísticas están relacionados con la misma región encefálica.

El lenguaje es una capacidad compleja que moviliza las redes del encéfalo especializadas en el procesamiento lingüístico. Comprender la sintaxis de frases complejas es una habilidad lingüística difícil de adquirir. El uso de herramientas para obtener alimento y abrigo se remonta a millones de años en nuestro árbol genealógico. Pero, ¿cuál es la conexión?

Tanto la utilización de herramientas como el lenguaje han permitido al ser humano evolucionar a lo largo de millones de años. Existen ciertas hipótesis que afirman que el uso de herramientas y la sintaxis podrían compartir recursos encefálicos debido a la similitud entre los procesos motores implicados en la utilización de herramientas y los asociados con el lenguaje.Un equipo de investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) de Francia, el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, la Universidad Claude Bernard Lyon 1 y la Universidad Lumière Lyon 2, en colaboración con el Karolinska Institutet de Suecia, exploraron si el uso de herramientas activa partes del encéfalo similares a las movilizadas para construir frases.

En total, 244 personas participaron en pruebas de entrenamiento motor y ejercicios de sintaxis en francés, y los resultados mostraron que ambas habilidades activan la misma región encefálica. Descubrieron asimismo que los ejercicios con herramientas mecánicas mejoran nuestra capacidad de comprender la sintaxis de frases complejas, y viceversa. En otras palabras, el uso de herramientas mejora el uso del lenguaje, y el uso del lenguaje mejora el uso de herramientas. Los hallazgos se publicaron en la revista «Science».

Durante los ejercicios motores, los voluntarios utilizaron alicates para introducir pequeñas varillas en diferentes orificios. Para los de sintaxis, recibieron una serie de frases sencillas y complejas y tuvieron que valorar si eran verdaderas o falsas.

Los investigadores utilizaron técnicas de imagenología del encéfalo para identificar las redes encefálicas activadas durante ambos ejercicios. Los participantes activaron zonas comunes del encéfalo en una región denominada ganglios basales, responsable del aprendizaje y el control motor, el comportamiento y las emociones, en ambas tareas.Tras llegar a la conclusión de que ambas habilidades utilizan los mismos recursos encefálicos, el equipo de investigadores quiso examinar si ejercitar una habilidad podría mejorar la otra. Realizaron ejercicios de sintaxis antes del entrenamiento motor con los alicates y treinta minutos después de este, y descubrieron que los ejercicios motores con una herramienta mejoran el rendimiento en los de comprensión sintáctica.

Los científicos están buscando el mejor modo de aplicar su investigación en un entorno clínico. «Actualmente estamos diseñando protocolos que puedan utilizarse para respaldar la rehabilitación y la recuperación de las habilidades lingüísticas en pacientes que hayan conservado en términos relativos facultades motoras, por ejemplo en jóvenes con trastornos del desarrollo del lenguaje», comentó el investigador de Inserm Claudio Brozzoli en una nota de prensa. «Además de esas innovadoras aplicaciones, estos hallazgos también nos permiten comprender mejor cómo ha evolucionado el lenguaje a lo largo de la historia. Cuando nuestros ancestros comenzaron a crear y utilizar herramientas, esta habilidad cambió profundamente el encéfalo e impuso ciertas necesidades cognitivas que podrían haber provocado la aparición de determinadas funciones, como la sintaxis».

¿Carece de habilidades lingüísticas? Quizá quiera coger un martillo, un destornillador o una llave inglesa con mayor frecuencia.


fecha de la última modificación: 2021-12-03 17:15:01
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